3. LA ESCASEZ, LA ELECCIÓN Y
EL COSTE DE OPORTUNIDAD

¿En qué se diferencia la
economía del resto de las ciencias sociales como la sociología, la psicología,
la antropología, etc.? Estas últimas disciplinas se ocupan también de estudiar
el comportamiento de los individuos y de la sociedad. La economía se distingue,
en primer lugar, por su campo de estudio: los problemas que preocupan a
la economía suelen ser distintos de aquéllos que ocupan a las otras ciencias
aunque en muchas ocasiones existan coincidencias. Así, por ejemplo, la
evolución de los tipos de interés las causas de la recesión o el crecimiento de
la producción de un país constituyen preocupación exclusiva de la economía. Por
el contrario, el cambio en las pautas de consumo, los efectos sociales del
desempleo, la educación o la pobreza son problemas en los que se interesa la
economía pero también otras ciencias (psicología y sociología). Lo que
diferencia a la economía del resto de las ciencias sociales, a la hora de
tratar estos campos comunes, es que utiliza un enfoque distinto, esto
es, una peculiar manera de estudiar la realidad y abordar los problemas. El enfoque
económico de la realidad se basa en la consideración de que el
comportamiento de los individuos y de la sociedad consiste en decidir (elegir)
cómo asignar unos recursos escasos que podrían tener usos alternativos. Los recursos
son los medios de que los individuos o la sociedad disponen para conseguir
sus objetivos ¿Por qué se dice que los recursos son escasos Porque
generalmente son insuficientes para colmar todos los deseos y necesidades de
las personas. Por ejemplo, los recursos del consumidor para comprar bienes y
servicios están constituidos por sus ingresos, que son limitados: en general, a
todo el mundo le gustaría tener mayores ingresos. El tiempo es otro recurso
fundamental del que disponemos todas las personas, pero tiene una
característica importante: está también limitado. No disponemos de tiempo ni de
ingresos suficientes para hacer todo lo que desearíamos. La escasez hace
necesaria la elección entre los usos u opciones alternativas que
puede darse a los recursos. Si los ingresos de un consumidor no dan para
adquirir una camisa y realizar un viaje de fin de semana, el individuo deberá
elegir entre una de las dos compras. Con ingresos ilimitados no necesitaría
elegir: podría adquirirlo todo. Igualmente si sólo disponemos de dos horas
libres, es necesario elegir entre pasear o asistir a una conferencia La escasez
está presente en cualquier decisión de nuestras vidas creando opciones
alternativas entre las que tenemos que elegir. Esta escasez es el centro
alrededor del que giran todos los problemas económicos. En algunos casos
excepcionales los recursos no son escasos, ya que la cantidad existente colma
con creces las necesidades y deseos; por ejemplo, el aire para respirar. En
estos casos se habla de bienes libres
El proceso de elección que
llevan a cabo los individuos tiene una implicación importante: elegir entre dos
cosas implica renunciar a una de ellas. Así, en los ejemplos anteriores, el
consumidor que decide realizar el viaje está renunciando a la camisa y el que
decide ir a pasear se está perdiendo la conferencia. El valor de esta renuncia
se denomina coste de oportunidad y se mide como el valor de la mejor
opción alternativa a la elegida. Así, el coste de oportunidad del viaje es la
camisa y el coste de oportunidad del paseo es aquello en lo que el individuo
valoraba asistir a la conferencia. A través de este razonamiento podemos
obtener una importante implicación económica: si los recursos son escasos, nada
es gratis en esta vida, aunque en ocasiones pudiera parecerlo, ya que cualquier
actividad está soportando un coste de oportunidad. Si usted recibe algo
«gratis», es porque otro paga por usted
¿Cómo eligen los individuos
entre las opciones alternativas? El comportamiento racional desde el punto de
vista económico que se describió con anterioridad, se concreta en una conducta
optimizadora por parte de las personas. Esta conducta consiste en elegir lo
que el sujeto considera lo mejor después de comparar las ventajas
(ganancias) con las desventajas (costes) que cada una de las opciones le
proporciona. La alternativa mejor de todas será aquélla en la que las ganancias
superan a los costes por la mayor diferencia. Por ejemplo, para dirigirse al
trabajo todos los días, los individuos pueden tener dos opciones: el transporte
público o el transporte privado (automóvil). Aquéllos que eligen utilizar su
automóvil han sopesado costes y ganancias de las dos opciones (precio, tiempo,
comodidad, etc.) reconociendo que, en su caso, la diferencia entre las
ganancias y el coste es superior en este tipo de transporte.
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