
2. ¿QUÉ ES LA ECONOMÍA?
La palabra economía proviene
de la combinación de dos palabras griegas oikos, casa, y nomos,
administración. Su significado etimológico sería algo así como el arte de
administrar la propia casa, no es arte sencillo, ya que la gestión del
hogar implica decisiones tales como la distribución de las tareas domésticas
entre los miembros de la familia o la asignación de los ingresos (siempre
inferiores a lo deseado) a los diferentes gastos, etc. Hoy día, aunque la
palabra economía ha desbordado sus originales límites hogareños para referirse
a aspectos sociales más generales, su significado no se halla tan alejado del
etimológico ya que, como veremos más adelante las sociedades han de tomar unas
decisiones comparables a las de las familias, esto es, la asignación del tiempo
de sus miembros y de sus haberes materiales para obtener unos servicios y
productos que se consideran necesarios. En esta sesión introductoria todavía no
es posible indicar con exactitud al estudiante todos los aspectos de los que
trata la economía.
El estudiante tendrá tiempo de
ir asimilando y comprendiendo esta ciencia a lo largo del desarrollo del curso.
No obstante, es conveniente introducir algunos conceptos e ideas básicas, que
serán necesarios para desarrollos posteriores y proporcionarán una primera
visión panorámica de esta ciencia.
Definiremos la economía como
la ciencia social que estudia las actividades que el hombre realiza para
administrar los recursos escasos y distribuirlos equitativamente para
satisfacer las necesidades humanas ilimitadas.
La economía es una ciencia porque
cumple con los requisitos para ser aceptada como tal: Posee un objeto de
estudio, posee un método de estudio y tiene un contenido especializado.. Se
dice que es una ciencia porque en su búsqueda de explicaciones utiliza
un método científico ¿En qué consiste este método? El economista
comienza observando la realidad y planteando preguntas y problemas. Pero la
simple observación y el acopio de información no son suficientes para lograr
explicaciones. Los hechos no se explican por sí solos y se hace necesario fijar
unas reglas para ordenar los datos que se recogen y obtener, así, una visión
coherente de la realidad. La economía procede entonces a la formulación de
teorías y modelos a través del análisis económico que es la parte de la
economía encargada de ello. Una teoría es una proposición o conjunto de
proposiciones que ofrecen una estructura para comprender o analizar los hechos
y de esta teoría pueden deducirse, de forma lógica, ciertas predicciones sobre
lo que ocurrirá en la realidad. Un modelo es una representación
simplificada de la realidad basada en una teoría. Las simplificaciones que se
realizan para construir un modelo suelen ser explícitas y se denominan
«supuestos». Como simplificaciones que son, los modelos incluyen una serie de
relaciones, que se consideran fundamentales, entre diversas partes de la
realidad y dejan de lado otras relaciones, que se consideran accesorias o
secundarias. El plano de una ciudad es un ejemplo de modelo: recoge tan sólo
unas líneas que representan, a escala, los contornos de los edificios, que
separan éstos de las vías públicas. Los demás detalles de la ciudad se
consideran secundarios cuando se dibuja un plano y por tanto, se omiten.
Para ser aceptados, las teorías
y modelos deben ser contrastados empíricamente es decir, puestos prueba
en la realidad. Por ello, las teorías deben estar formuladas de tal modo que
faciliten su verificación o refutación, esto es, deben indicar con claridad qué
hechos de la realidad resultan coherentes con sus predicciones y, sobre todo,
qué hechos resultan incoherentes. Si sus predicciones se ajustan al
comportamiento de la realidad, las teorías y modelos son aceptados. Si no se
ajustan, por aparecer en la realidad hechos que resultan incoherentes con sus
predicciones, serán abandonados y se dirá que han sido refutados. Pero, aunque
una teoría haya sido aceptada, esta aceptación es, por su propia naturaleza,
provisional. Las teorías científicas no son inmutables: si aparecen otras
teorías o modelos que expliquen mejor la realidad, los anteriores serán
apartados en favor de los nuevos. La econometría es la parte de la
economía que se dedica a la contrastación empírica de teorías y modelos con los
datos económicos recogidos. Para ello, utiliza métodos estadísticos que
permiten comprobar si el comportamiento de la realidad se ajusta bien o no a
las predicciones de las teorías y modelos. Para facilitar esta tarea, la
economía intenta que los conceptos que utiliza sean cuantificables (se puedan
expresar en unidades de algún tipo) y medibles (se pueda determinar su valor).
Así, por ejemplo, la cantidad de leche que se consume puede medirse en litros y
su precio en euros. En otros casos la cuantificación no es tan sencilla y es
necesario desarrollar.
Técnicas de medición
La economía formula también leyes
económicas que son regularidades que se cumplen para colectivos
suficientemente grandes. Una ley económica muy conocida es la ley de la
demanda según la cual, si aumenta el precio de un determinado bien, la
gente reaccionará comprando una cantidad inferior de ese bien Por ejemplo, esta
ley predice que un incremento del precio del tabaco llevará a un descenso del
número de cigarrillos consumidos ¿Todas las personas se comportarán así? No
necesariamente Habrá personas que sigan fumando con la misma intensidad o,
incluso otras pueden aumentar su consumo. Pero si se considera un colectivo
suficientemente grande se observará que el consumo total de cigarrillos (y, por
tanto, el consumo medio de tabaco) habrá disminuido después del aumento del
precio.
Uno de los objetivos de la
economía es establecer las relaciones de causalidad entre los hechos. Se
entiende que existe relación de causalidad entre dos sucesos cuando uno de
ellos (causa ha dado lugar al otro (efecto). No es tarea sencilla establecer si
ha existido relación de causalidad entre dos sucesos mediante la mera
observación de ambos. Por ejemplo, volviendo al caso anterior, suponga que de
un año a otro se observa un aumento del precio de los cigarrillos en diez
céntimos de euro y, al mismo tiempo, una caída del consumo de tabaco, ¿es esto
suficiente para afirmar que el encarecimiento de este producto ha sido la causa
de la reducción del hábito de fumar? Evidentemente no. La simultaneidad de dos
hechos no implica necesariamente causalidad entre ellos. Durante ese tiempo es
posible que se hayan producido otros hechos que pudieran afectar también al
comportamiento de los fumadores. Podrían haber disminuido los ingresos de los
individuos, haber tenido lugar una campaña para la reducción del tabaquismo,
etc. Para saber si ha sido el aumento de precio el causante del hecho observado
hay que excluir los efectos que los demás cambios han producido sobre el
consumo de tabaco y analizar lo que habría ocurrido al aumentar el precio del
tabaco si todo lo demás que pudiese afectar a la demanda hubiese permanecido
constante. Esta idea de mantener todo lo demás constante se denomina la
cláusula ceteris paribus en latín significa «todo lo demás igual».
Una vez establecida la
causalidad también puede medirse si el efecto ha sido importante o más bien
reducido. Es el problema de la intensidad de la relación. Podría ser que
el incremento de los diez céntimos de Nuevo Sol diese lugar a una gran
reducción del consumo de tabaco (la relación sería muy intensa) o, por el
contrario, la venta de cigarrillos tan sólo sufriese una leve reducción (la
relación sería poco intensa). Veremos en su momento el concepto de elasticidad
que sirve para medir la intensidad de esta relación ¿Cuál es el objeto de
estudio de la economía? Ya se ha señalado que la economía es una ciencia
social (al igual que la sociología, la psicología o la antropología) y, por
tanto, su objeto de estudio es el comportamiento de los individuos y de la
sociedad En esto se contrapone a las ciencias naturales que se ocupan de los
fenómenos de la naturaleza (físicos, químicos, biológicos, etc.). Pero la
conducta humana, de la que se ocupa la economía, tiene una importante con la de
las moléculas o los astros: diferencia mientras estos últimos son previsibles,
los seres humanos tienen, aparentemente, un carácter un tanto imprevisible y
errático ¿Cómo resuelve la economía este problema? Incidiendo, a la hora de
construir sus teorías y modelos, en la parte sistemática y consistente de la
conducta de los individuos. De este modo, uno de los axiomas fundamentales en
los modelos económicos es que los sujetos actúan con racionalidad esto
es, fijados sus objetivos, o fines, llevan a cabo las acciones adecuadas, o
medios, para conseguir estos objetivos.
La economía es una ciencia
social, para conocer e interpretar la realidad, formula teorías y modelos
que, para ser aceptados, deben ser contrastados con la realidad. La
economía estudia el comportamiento de la sociedad y de los individuos
suponiendo en estos últimos la racionalidad es decir, una coherencia
entre los fines perseguidos y los medios utilizados para la consecución de
estos fines.

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